El cuaderno de Bitacora  
 
  Entrevista a un miembro del colectivo Gay Decidt 02-02-2025 08:53 (UTC)
   
 
JUAN ANTONIO FÉRRIZ PAPÍ
Miembro del grupo cristiano DecideT
 
En primer lugar, quisiera saber cómo referirnos a vosotros ¿Colectivo Gay u homosexual?
Somos un grupo cristiano LGTB (de lesbianas, gays, transexuales y bisexuales) que trabaja como parte integrante de la Asociación DecideT de Alicante. Nuestra finalidad principal es la de servir de puente entre el colectivo LGTB y el cristianismo, y viceversa. Como cristianos LGTB nos sentimos vinculados a ambas realidades, y por ello consideramos necesaria nuestra presencia y visibilidad como personas LGTB en la Iglesia, y como cristianos en el mundo. Hacemos referencia a la Iglesia en mayúsculas como Iglesia Universal, donde se incluye a todos los seguidores del mensaje de Jesús, sin exclusiones.
 
En cuanto a la duda sobre “gay” u “homosexual”, su significado es el mismo, si bien en España el término “gay” tiene una connotación masculina, por lo que solo se referiría al colectivo masculino. Como grupo, preferimos abrir esas realidades y hablar de grupo LGTB.
 
 
¿Crees que ser Gay se elige o uno nace siéndolo?
 
En realidad la religión poco tiene que decir al respecto en esa cuestión. Más bien es un tema que corresponde a la ciencia averiguarlo. Hasta el momento se han realizado varios estudios sobre ello, pero ninguno es concluyente. Parece ser que ambos factores tienen una cierta influencia sobre el comportamiento humano, por lo que no se descarta ninguno de ellos. Eso quiere decir también que seguimos en el mismo lugar que al principio de la discusión. Lo cierto es que, independientemente del origen de la homosexualidad, la persona debe vivir de forma integral e integrada, sin disociaciones de ningún tipo. Como personas cristianas LGTB, damos gracias por los dones recibidos, entre ellos el de la sexualidad con todas sus connotaciones. No podemos avergonzarnos de nuestros dones. No se esconde un candil debajo de la mesa, ni se entierran las riquezas bajo tierra por miedo a que las roben. Al contrario, los dones deben ser puestos al servicio de los demás para que den fruto, en el centro de la mesa para que ilumine al resto. Y para ello es necesario visibilizar nuestra realidad, hacerla tangible y desmentir todos los mitos y condenas que se han creado alrededor. Por eso desde nuestro grupo reivindicamos esa visibilidad y también luchamos por la normalización en todos los aspectos: social, familiar, legal, etc.
 
 
¿Qué opinión tienes acerca de la adopción de parejas homosexuales?
 
Es una pregunta extensa y compleja a la vez para responder. En este aspecto, es necesario analizar el modelo familiar actual y la educación en valores que reciben los menores. Cabe destacar, por encima de cualquier criterio, la defensa de los niños y niñas, su estabilidad emocional, y la educación en valores que vayan a recibir. Ello será determinante para permitirles desarrollar una infancia con normalidad y crecer para una futura vida como adulto dentro de la sociedad. Vivir en una sociedad represora, les conducirá obviamente a ser futuros represores, y también sufridores de esa represión. Además hace falta resaltar de qué forma se otorga a los adultos la tutela de los hijos, basada en elementos procreacionistas, pero que al menor no le garantiza en absoluto un crecimiento y formación personal adecuado. Al contrario, se crea una barrera proteccionista sobre la infancia que roza el sentido de la propiedad privada, estableciendo un dominio absoluto sobre la educación y formación de los menores que manipula todo su ser al antojo de los padres. En esa línea, es lógico que si a los niños se les educa para ser machistas, heterosexuales y católicos, cuando sean mayores rechazarán cualquier otra posibilidad diferente a éstas, o si ven alguna posibilidad de cambio, se les genere un sentimiento de culpabilidad del que les costará mucho desprenderse. Dentro de este modelo, el reconocimiento de la familia homoparental introduce un factor nuevo, en el que la procreación deja de ser el elemento fundamental de esa unión, para basarse únicamente en el amor de la pareja. Evidentemente, eso rompe por completo los esquemas preestablecidos y supone un elemento amenazador para una sociedad educada en el sentido patriarcal, machista, egocéntrica y etnocéntrica, y que no es capaz de reconocer la diferencia. Se convierte en una amenaza, que hay que eliminar. Y de ahí surgen todos los conflictos e intentos de justificación en contra de la unión entre parejas del mismo sexo, y por supuesto en contra de la adopción.
 
Creo que el mensaje de Jesús es rompedor y va mucho más allá de un modelo social establecido. Es un mensaje basado en el amor, donde las relaciones personales no están basadas en criterios procreacionistas ni filiales. La familia de Jesús ya no se reduce a los vínculos de la sangre, sino que abre el círculo a toda la humanidad en una relación de iguales: la mujer es igual al hombre, el esclavo al amo, el hijo al padre. Ese es el verdadero sentido de la familia, sin distinción alguna. ¿dónde cabe ahí la condena hacia la homosexualidad o el rechazo al matrimonio homosexual? ¿dónde cabe el rechazo a la adopción, si todo se basa en el amor? Queremos imponer las estructuras sociales sobre la Palabra, y al final nos convertimos en inquisidores que catalogamos la sociedad por grupos: los casados por la iglesia y los divorciados, los que son matrimonio y los que no, los heterosexuales y los que no, los que pecan y los que no… pero no somos capaces de reconocer nuestra valía como personas, simplemente nos acusamos y condenamos unos a otros. Dice Jesús “Al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios”. Pues efectivamente, no pretendamos imponer voluntades humanas en nombre de un dios que nada tiene que ver con el Amor. Ya va siendo hora de liberarnos de tantos tapujos. Y por supuesto, en un mundo de iguales es necesario el reconocimiento legal del matrimonio entre personas del mismo sexo. Y la posibilidad de adopción es una garantía hacia los menores para poder tener una vida mejor. Tanto unos como otros pueden ser capaces de educar a los hijos.
 
 
Aprovechando esta pregunta te planteo otra que aunque, no lo parezca, viene a colación, ¿Qué postura tenéis en el grupo cristiano de Decidet sobre el aborto?
 
Dentro del grupo las opiniones son muy dispares, y es un tema que genera mucha controversia. Esa misma cuestión se planteó en un debate que tuvo lugar en el último Encuentro Estatal del Área de Asuntos Religiosos de la FELGTB (Federación Estatal de Lesbianas, Gays, Transexuales y Bisexuales). A raíz de ello surgió también un debate muy dispar, pero la conclusión más próxima es que en este momento desde la religión no somos capaces de adivinar cuándo se produce el origen de la vida. Los mismos científicos tienen un discurso contradictorio, aunque una cierta mayoría acepta que a partir de las ocho semanas es cuando se desarrolla parte del cerebro del feto con la segregación de hormonas por parte de la madre, lo que podría conferirle la consciencia del ser. No obstante, es algo todavía discutible.
 
Sin embargo, la iglesia católica, quizás la más alarmada y condenatoria en este sentido, y también la más cercana a nosotros, directamente se atribuye el conocimiento exacto sobre la concepción del ser humano y el don de la vida. Esta posición, por lo tanto, es muy cuestionable pretendiendo usurpar el lugar de la ciencia y los avances científicos, en esta materia y otras tantas, como puede ser la investigación con células madre. Parece ser que la iglesia católica quiere erigirse como abanderada en defensa de la vida, despreciando a muchos sectores de la sociedad, que los acusa incluso de asesinos. Esta postura es muy criticable e ilógica, desde el momento que parte de axiomas inciertos y los quiere implantar como dogmas de fe. Por otro lado, es muy reprochable la actitud de la jerarquía católica cuando defiende “la vida” de los no nacidos de forma taxativa, condenando constantemente desde el púlpito y manifestándose incluso en las calles. Pero sin embargo no lo hace hacia los que ya hemos nacido en muchos aspectos, al menos de forma tan ostentosa. Al contrario, fomentan la desigualdad entre el hombre y la mujer, discriminan a las personas homosexuales, prohiben el preservativo incrementando el contagio de VIH/SIDA... Son actitudes que no respetan la vida en absoluto. Tampoco tengo constancia de ningún obispo manifestándose en la calle contra el hambre, ni contra la especulación o a favor de una vivienda digna. Nunca he visto una condena explícita hacia la usura, y Jesús lo hace constantemente. Muchísimas personas en el mundo son maltratadas, torturadas y asesinadas por ser homosexuales o transexuales, y nunca la iglesia católica ha salido en su defensa. Y respecto al aborto, la salud de la madre o las madres solteras son consideradas con un menosprecio asombroso ante la misma cuestión. ¿Dónde está la jerarquía católica en esos momentos?
 
Como persona cristiana, y como parte de la sociedad, me siento en la necesidad de manifestar y anunciar que estoy por la defensa de la vida, en todos los sentidos, sin excepciones, de los que están y de los que vendrán. Es necesario apoyar la vida, y también fomentar la planificación familiar. Es necesaria una educación sexual correcta, el disfrute del amor, y la utilización adecuada de anticonceptivos. Y por supuesto me siento en la obligación de mantener un absoluto respeto y amor fraterno ante las situaciones dramáticas que puedan en un aborto, y respetar la decisión tomada. Y además, que en todo momento exista la posibilidad de alternativas serias para aquellas personas que no quieran abortar o decidan tener el hijo. En cuanto a la regulación del aborto libre, procuro no ser dogmático en general, y la verdad que en este caso no sabría manifestarme.
 
 
Yo había preguntado por el tema del aborto porque está de rabiosa actualidad. Veo un cierto resentimiento hacia la Iglesia Católica, corrígeme si me equivoco…
 
Personalmente he sido educado en la tradición católica y he sido católico practicante durante mucho tiempo. He aprendido muchas cosas buenas y tengo muchas cosas que agradecer a las personas que me han acompañado, pero también me ha generado un gran sentimiento de culpabilidad frente a la vida del cuál me ha costado desprenderme. Así me han educado a amar al prójimo, pero también a imponerme obligaciones ritualistas que nunca he entendido y de las que no me he sentido partícipe muchas veces. Veo una fe infantil que no crece, y se queda en el ritual. Me ha desengañado mucho también su estructura piramidal, basada en el poder, y que no deja en absoluto la participación del pueblo de Dios. La jerarquía dice una cosa pero practica otra. Manipula la Palabra a su antojo y no permite el debate ni el diálogo. Así, el mensaje sencillo y liberador de Jesús se desvirtúa de tal forma que la iglesia católica la veo cada vez más convertida en algo excluyente y esclavizador, creando hipótesis muy vagas que las transforma en dogma, y que luego son indiscutibles, sin posibilidad a réplica.
 
Ahora mismo me siento engañado por todas las mentiras que he tenido que asumir sin razonamiento alguno, y que han condicionado mucho mi vida. Ya no me lo creo, ya no soy un niño. Este sentimiento es el que ha hecho que me aleje de la tradición católica, y es probable que me produzca un cierto rechazo en algún momento. No obstante, los católicos merecen mi respeto inequívoco y por supuesto tienen mucho que decir y que hacer, a través del diálogo y el entendimiento, con el resto del mundo, sin exclusividad. Yo espero que ese diálogo venga pronto, y que finalmente se logre una Iglesia unida.
 
 
En la respuesta sobre el aborto, decías que posiblemente la vida llegue con el desarrollo del cerebro ¿entonces piensas que lo que le confiere identidad al ser humano es el cerebro y no el alma, con lo que seríamos personas desde el mismo momento de la concepción...
 
El alma es un concepto platónico que posteriormente desarrolló Agustín de Hipona para incorporarlo al cristianismo. Platón hablaba del mundo de las formas, físico pero imperfecto, que debe tender a la perfección. Esta perfección se encuentra en el mundo de las ideas. Agustín recoge estos conceptos y con respecto al ser humano los transforma en el cuerpo y el alma, creando esa dualidad. Así el alma es lo perfecto, lo espiritual, lo que debe tender a Dios, y el cuerpo es lo imperfecto, lo impuro. El alma se siente esclava del cuerpo cuando entra en el mundo, y la única forma para que el alma se mantenga limpia es mediante el castigo del cuerpo y la sublimación de sus pasiones. Así es como se expían pecados y el alma podrá salvarse. Toda esta ideología genera tal transformación del pensamiento cristiano que se inicia un proceso de degradación y desprecio hacia la persona y el cuerpo humano en forma de represión: se condena y restringe el placer corporal porque ello solo provoca que el alma se manche; se imponen castigos corporales insufribles y la condena a muerte para expiar los pecados del cuerpo; se restringe el acto sexual únicamente a la procreación limitando los momentos y posturas; en definitiva, una locura condenatoria que todavía hoy sufrimos. Como se puede comprobar, Jesús nunca plantea esta dualidad. Sin embargo, el cristianismo se ha inventado toda una filosofía teológica alrededor inigualable. Sorprendente, ¿verdad? A mí también me sorprende. Por lo tanto, no es que dude de la existencia del alma, es que no pienso en un ser humano dual, con dos caras. El ser humano es indivisible, todo uno, con sus complejidades químicas y físicas, que en definitiva se reduce a un cúmulo de energía ordenada de una forma concreta. Si queremos atribuir la capacidad intelectual del hombre al alma, pues entonces ya la hemos localizado. Considero que el razonamiento humano, a través de la ciencia, es el que nos va dando respuestas, y por supuesto cada vez nos acerca más al conocimiento de la vida, nos acerca más a Dios. Oponerse a la razón es oponerse a Dios y a la posibilidad de un mayor entendimiento de las cosas, en definitiva de Dios.
 
 
¿Por qué no es suficiente con las parejas de hecho? ¿Por qué hace falta el matrimonio?
 
¿Y por qué no se quiere que se llame matrimonio? ¿Por qué queremos seguir manteniendo la discriminación? ¿Cuál es la diferencia respecto a un matrimonio heterosexual? ¿que no se puede procrear? ¿Quién se casa hoy para procrear? ¿Cuántos matrimonios estériles se realizan, e incluso se consagran por la iglesia? Entonces, ¿por qué queremos distinguir? ¿o por qué no les llamamos a todos los matrimonios de otra forma?
 
Según la definición de matrimonio incluido el civil, habla de hombre y mujer…
 
He formulado un razonamiento a modo de preguntas para que nos demos cuenta de lo ilógico que puede llegar a ser también el realizar esta pregunta. Sin embargo, se sigue planteando, y además de forma muy amenazadora. Me hace mucha gracia, por ejemplo, este verano cuando casaron a dos elefantes en el parque Terra Natura de Benidorm, donde fue incluso un sacerdote a bendecir la unión. Y yo me pregunto, ¿qué me diferencia a mí de un elefante? ¿pues no seré yo más humano? ¿y por qué a mí me dicen que no? Por otro lado, me están constantemente comparando con perros, caballos, cerdos, cucacharas… de verdad que esto no tiene nombre. A mí me indigna totalmente este tipo de posturas intransigentes, porque tiene mucho de cabezonería y muy poco razonamiento.
 
Las parejas de hecho se han creado a modo de reconocimiento de una convivencia entre dos personas, y la limitación legal principal es que solo reconoce los derechos de esa convivencia que establezca la Ley. Por lo tanto, si a mí solo me dejan esa figura legal, sigo exactamente en el mismo grado de discriminación. Y si se creara otra figura diferente para las uniones homosexuales, ocurriría exactamente lo mismo. Sin embargo, si la misma figura legal (el matrimonio) existe para reconocer las mismas uniones, en ese caso desaparece cualquier tipo de discriminación. Además, la figura del matrimonio es reconocida a nivel mundial. No ocurre lo mismo con otras cosas que se creen, puesto que solo se reconocerán a nivel territorial, y no tendrán ninguna validez en otros lugares.
 
 
¿Qué opinión te merecen las palabras de Doña Sofía sobre el matrimonio homosexual?
 
En primer lugar, me parece importante defender la libertad de opinión de todas las personas. Creo que Doña Sofía es muy libre de opinar lo que quiera, y también de votar a un partido u otro. Ahora bien, es representante de una institución como la monarquía y no debería manifestarse públicamente de esa forma, puesto que tiene que entender que su opinión condiciona a una parte importante de la ciudadanía. En esta cuestión, lo que ha hecho con sus declaraciones es posicionarse sobre algo que todavía es motivo de crispación política, ya que por parte del Partido Popular hay presentado un recurso de inconstitucionalidad. De esta forma, ha vuelto a enfrentar a la sociedad, pero en esta ocasión desde la figura de la monarquía, que se supone que es quien garantiza la unidad de España. Además, también hay que fijarse de que las declaraciones vertidas respecto al colectivo homosexual son en un tono bastante despectivo, posiblemente por desconocimiento, pero ahí figuran. Quizás la ingenuidad de la Reina en este tema le ha jugado una mala pasada, pero creo que ha deteriorado considerablemente su imagen, y por supuesto la imagen de la Corona.
 
 
¿Crees que el comunicado de la Casa Real es una rectificación?
 
Posiblemente haya sido un intento de rectificación. Pero llega tarde. Ya todo el mundo sabe lo que piensa la Reina, y eso se traduce en una Institución Monárquica que ya no representa al pueblo español en su conjunto, al menos ya no desde la imparcialidad.
 
 
¿Qué postura tiene a juicio del "grupo cristiano" de Decidet la Iglesia sobre la homosexualidad?
 
Depende de lo que te refieras con la palabra “Iglesia”. Si es a la iglesia católica, que me imagino que va por ahí la pregunta, pues la postura oficial está muy clara. La homosexualidad es una depravación y por lo tanto está condenada. La persona homosexual es aceptada, siempre que no practique la homosexualidad. Es algo que no se puede hablar, de hecho Ratzinger prohibió ya en los años ochenta cualquier pastoral hacia las personas homosexuales, al igual que el reconocimiento de grupos y comunidades católicas homosexuales, siempre que no condenen la homosexualidad. Además, hace unos años se prohibió la ordenación sacerdotal a las personas que se declaren homosexuales, también por Ratzinger ya como Papa, y se han sucedido una larga lista de condenas al matrimonio homosexual. En España la Conferencia Episcopal Española ha realizado campañas continuas de acoso y derribo al Gobierno con motivo de la aprobación del Matrimonio entre Parejas del Mismo Sexo. Ahora bien, una cosa es la oficialidad de la iglesia católica y otra cuestión es la iglesia de base, donde esa condena se diluye y suaviza de forma clamorosa, igualmente que otros aspectos condenatorios sobre la sexualidad, como las relaciones prematrimoniales, el uso del condón o el divorcio. Por otro lado, existen una serie de grupos y comunidades católicas más aperturistas que luchan por una renovación. Entre sus reivindicaciones se incluyen temas tales como la opción preferencial por los pobres, la igualdad de la mujer, el celibato opcional y el reconocimiento de la homosexualidad.
 
En otras confesiones cristianas, es muy importante destacar la evolución de las iglesias protestantes, sobre todo en los países nórdicos, donde muchas de ellas han abierto sus puertas a la realidad homosexual y la aceptan con normalidad. El caso de la iglesia anglicana es muy notable. Su apertura es importante, aceptando la ordenación sacerdotal de la mujer y el celibato opcional. La polémica se ha generado a raíz del nombramiento de un obispo homosexual, lo cuál ha suscitado un debate muy interesante en su seno.
 
 
¿Qué les dirías a aquellos que piensan que la homosexualidad es una enfermedad?
 
Bueno, por mucho que digamos no vamos a cambiar mentalidades si la persona no está dispuesta a abrirse. La homosexualidad se descatalogó como enfermedad el 17 de mayo de 1993 por la Organización Mundial de la Salud, tras ser incapaz de demostrar que lo fuera. La verdadera enfermedad surge cuando la persona no puede asumir su propia realidad y comienza un proceso de disociación y destrucción personal que sí puede derivar en consecuencias graves. La frustración de la persona deriva en muchas variantes de modificación del comportamiento, depresiones, o incluso en violencia o el suicidio. En la adolescencia, uno de los mayores porcentajes de suicidio corresponde a la homosexualidad. Esa es la verdadera enfermedad.
 
 
 
 
  El Cuaderno de Bitacora
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
 
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